Sentían los lugareños un frío que calaba los huesos, no querían salir de sus casas; la neblina era densa y se podría cortar con un cuchillo, sólo que tenían Sam y Fredy la obligación de llegar […]
Sentían los lugareños un frío que calaba los huesos, no querían salir de sus casas; la neblina era densa y se podría cortar con un cuchillo, sólo que tenían Sam y Fredy la obligación de llegar […]