A unos mil quinientos metros de la ribera sur del Río Bravo, del lado mexicano, vivía una señora que era evidente, con un embarazo de un cálculo neófito de cuatro a cinco meses, no se ve que alguien que le haga compañía, solo se le veía ir y volver de su cabaña al río, con dos cubetas llenas de lodo del río, sus gestos denotan cansancio y dolor.

Su labor se hacía cada día más lenta y pesada, debido al avance de su situación. Varias semanas después, la patrulla fronteriza avisa a la Cruz Roja que hay una persona desmayada o muerta en la puerta del market que parece ser mexicana. De inmediato sale un helicóptero ambulancia, en menos de diez minutos estaban atendiendo a la persona en cuestión, recibiendo los servicios necesarios.

El bebé nació en la clínica, la impresión de la Dra. Obstetra fue:

– ¡RAYOS! ¿Cómo es posible? Es idéntico a Búho Blanco, jefe de la tribu ribereña. Era un bebé de piel cobriza, cabello totalmente blanco, abundante, ojos azules tan claros que parecían de cristal.

Faltaban tres lunas nuevas para el regreso de Búho Blanco, fechas en las que vendría el gran Jefe Piel Roja. Al llegar las primeras luces del Astro Rey, señal inequívoca de la llegada de la primavera, empezaron a llegas los miembros de la tribu de Búho Blanco, una semana después, eran según ellos, 251 entre mujeres, niños y hombres. Seis días después, aparecían grupos de la policía montada de dos a cuatro elementos armados de escopetas, siempre vigilando con binoculares.

En cuanto llegó Búho Blanco, no faltó quien le informara la existencia del bebé, se dio a la tarea de localizar a Soledad, en la clínica le informaron donde vivía la joven primípara, al encontrarla le dice el citado:

– ¡Princesa Sol! La Luna Roja me dio el aviso de volver a ti. (Empezó a danzar).

– Volvamos a la familia con nuestra gente.

Soledad, que ahora era conocida como “Sol” y era respetada como la “La Princesa Sol”, ella y “Puño de Roca”, joven egresada de “UCLA” graduada como Médico Cirujano, se encargaron de establecer una clínica local. El Alguacil de Colorado, había logrado les otorgaran una fracción de terreno de aproximadamente de cincuenta mil hectáreas. Entre la ribera del Río Bravo y la falda de la Sierra Madre Occidental. Una zona inhóspita, la idea era que la tribu desapareciera.

VEINTE AÑOS DESPUES

Convertido el poblado en una comunidad aspirando a ser Alcaldía, ya existía una “Mother School”, la seguridad estaba a cargo de un consejo ciudadano, la población se enriqueció con los Pieles Rojas originarios llegados con Búho Blanco, mexicanos de Sonora y Tijuana.

Durante el tiempo que ha transcurrido, fue nombrado Alcalde el hijo de Búho Blanco con el nombre de Harry Blanco, formando parte de un condado en el cual no existía discriminación de ninguna clase.

La doctora Puño de Hierro, su nombre real era Ruth Sinclair, busca a dos compañeros de la UCLA, un Ing. Sam Loon, en la nueva generación de la tribu Cheyenne y al Lic. Ray Flores, mexicano, formaron un comité, en coordinación con Harry Blanco el Alcalde, Sol desde luego formó parte del primer grupo de la Alcaldía “Valle Blanco” en el Edo. de Colorado.

Búho Blanco, sin tener un cargo específico, lo consideraban como un Príncipe Consejero de la Alcaldía “Valle Blanco”, se establecieron dos grupos de artesanos de origen mexicano guiados por La Princesa Sol y otro grupo nativos que llegaron con el Patriarca Búho Blanco, quienes fabricaban artículos de su creación original. Habían ya desaparecido las clásicas de los habitantes originarios, eran sustituidas por construcciones de mampostería y concreto.

Jorge Enrique Rodríguez.

18 de noviembre de 2018.

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